Desarrollar una aplicación es una inversión de tiempo y dinero que, si no se hace correctamente, puede ser un conjunto de quebraderos de cabeza para tu empresa. Para el desarrollo de aplicaciones a medida habitualmente se contrata a alguna empresa especializada en ello que se encargue de todo: diseño, desarrollo y lanzamiento. Sin embargo, muchas veces se incurre en errores que dificultan el correcto desarrollo del proyecto, dilatan los tiempos de entrega e incluso condicionan un resultado final mediocre o distinto al esperado. Por ello, resulta primordial planificar bien el desarrollo desde el primer momento y dar las directrices pertinentes en cada momento.
Guía para desarrollar una aplicación sin sorpresas
1. ¿Para qué va a servir tu app?
La primera pregunta a responder es el para qué. Tienes que tener claro qué va a solucionar tu aplicación respondiendo a preguntas como las siguientes:
- ¿Mejorará tu relación con el cliente?
- ¿Quieres gestionar las compras a través de ella?
- ¿Busca mejorar la logística de tu empresa?
- ¿Ofrece un servicio concreto?
- ¿Cuál es?
Desarrollar una aplicación tiene importantes ventajas para prácticamente cualquier negocio, pero antes de lanzarse al desarrollo de la misma, hay que tener claro para qué quieres que sirva tu aplicación, a quién va dirigida y qué esperas obtener de ella. Por supuesto, además de lo mencionado, es importante que te asegures de que tu empresa necesite efectivamente una aplicación. Se trata de una inversión de recursos que recomendamos sopesar bien antes de ponerse en contacto con los desarrolladores. Posiblemente, tener una aplicación sea beneficioso para tu negocio, pero conviene asegurarse.
2. Contrata a profesionales
Contar con un equipo profesional de desarrollo de software va a ahorrar muchos problemas a tu negocio. Se trata de dar con una empresa que te diseñe y prepare la aplicación que necesitas exactamente, sin sorpresas en la ejecución del proyecto y, a poder ser, con un presupuesto por bloques. Para ello, recomendamos que se investigue bien el sector y agendar reuniones con distintos equipos para conocer sus condiciones y dinámica de trabajo. Si buscas un resultado profesional, los desarrolladores deben tener experiencia y capacidad para entender bien lo que quieres, y, por supuesto, conocimientos de diseño y UX. Por otro lado, ellos te ayudarán a elegir el tipo concreto de aplicación que más se adecúa a tu idea y contribuirán a que todo redunde en tu beneficio.
3. Dedica tiempo a explicar lo que quieres
Una vez hayas firmado con un equipo de desarrollo, es hora de la preparación. En esta fase, el objetivo es trasladar con precisión lo que quieres a los desarrolladores. Conviene dedicar todo el tiempo necesario a esta cuestión, para evitar que se trabaje en vano y se generen los consiguientes retrasos. Para agilizar esta fase, es muy importante que hayas cumplido con el primer punto. Si tienes clara la idea de lo que buscas, transmitirlo será mucho más fácil. Cuanto más concreto seas en tus preferencias, más sencillo de entender será y, por tanto, más cerca de conseguir el resultado final que pretendías.
4. Realiza pruebas periódicas
Según se vaya desarrollando tu aplicación, has de probar cada una de sus funciones para ver qué responde correctamente y qué no. Tienes que testear hasta el útlimo detalle, para poder dar feedback a los desarrolladores (que también deben de hacer chequeos periódicos) y que éstos vayan puliendo según lo que haga falta. La comunicación con el equipo técnico es muy importante para tener éxito al desarrollar una aplicación.
5. Diseño y UX
Además de desarrollar una aplicación funcional, tienes que hacer una aplicación cómoda de usar y que se integre en tu imagen corporativa sin ninguna disrupción. No olvides que tu aplicación es imagen de tu empresa y que lo bien o mal que funcione y cómo sean sus acabados se asociarán inevitablemente a tu marca. Por supuesto, esto último es más importante si tu aplicación es de cara al público, pero no deja de ser importante cuidarlo. En cuanto a la usabilidad, recomendamos hacer revisiones que te permitan ver si la UX de tu app es como debería ser, para poder ir mejorándola en cada actualización.
6. Anuncia tu aplicación
Si tu aplicación está destinada al público, es importante que planifiques bien la campaña de marketing que va a anunciar su llegada. De nada sirve desarrollar una aplicación rompedora, que aporta valor y soluciona problemas si nadie la descarga. Por ello un paso importante es dedicar tiempo y recursos al marketing, para garantizar que tu público objetivo la conozca y pueda disfrutar de ella.
7. Soporte
Una aplicación requiere de un soporte técnico que vaya solucionando sus carencias, e incluso mejorando sus capacidades. Por ello, es muy importante acordar con los desarrolladores un tiempo de soporte, que permita atender las necesidades de los usuarios –sean externos o internos–.
Hasta aquí esta breve guía para desarrollar una aplicación con éxito. Como puedes ver la concreción, la comunicación y el cuidado de los detalles lo son todo en este tipo de proyectos. Si te ha resultado útil, ¡no olvides compartir!
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